Más de una década atrás, cuando aún no tenía mi propio velero, cuando patroneaba los de amigos y conocidos, y ante la imposibilidad de reunir una tripulación para alquilar uno y participar en la regata de la Ruta de la Sal, me enrolé en un velero que se arrendaba plaza a plaza y con patrón. Se trataba de un Beneteau de 36 pies compartido con 7 personas más, en el que hice grandes amistades que todavía hoy perduran en el tiempo y con los que sigo navegando y compartiendo más de una singladura.
Pretendo con esta entrada dar a conocer esta regata que va a cumplir 31 años celebrándose, con la historia que dio lugar a esta competición. La historia comienza a mediados del siglo XIX, durante la Segunda Guerra Carlista conocida como “La Revuelta de los Madrugadores”. En la Barcelona de entonces, bloqueada por el ejército carlista, escaseaba la sal, producto fundamental para la conservación de los alimentos, y un empresario barcelonés tuvo la idea de pagar con oro a aquellos barcos que fueran los primeros en llegar cargados de sal desde las Salinas Pitiüses a El Garraf (Barcelona). Sin embargo, había truco: el orden de llegada por lo que sólo los primeros serían premiados con el “dorado”, no recibiendo los últimos cantidad alguna por lo que no solo estaba en juego la ganancia sino hasta la pérdida. A pesar de ello, grandes navegantes del momento se prestaron al desafío. Fueron 13 los barcos que participaron en aquella aventura y fue el “Halcón Maltés”, una goleta de 32 metros de eslora patroneada por el
griego Andreas Potrus, quien llegó en primer lugar Le seguirían el jabeque “Jerba” y el bergantín “Arrogante”.
He encontrado este relato “navegando” en Internet del blog personal de Jgonz que me ha parecido fascinante y espero que os guste tanto como a mí.
Si nos vemos en Ibiza, navegaremos por los mismos lugares descritos en el relato… y si nos animamos, quizás podamos ser protagonistas de la historia en la próxima edición de la regata de La Ruta de La Sal……
Joseba Martínez de La Torre
“Hace varios días que los barcos han llegado a Formentera y han cargado la cantidad de sal que cada patrón ha creído conveniente, la máxima posible, pero evitando que una sobrecarga afecte al rendimiento del velero, retrasando así su llegada y en consecuencia depreciando el cargamento.
Entre los barcos fondeados al socaire de la punta pedrera, destacan:
VELOZ; pailebote aparejedo de místico, matriculado en Ibiza y capitán de Formentera.
ARROGANTE; bergantín de Palamös tripulado por ampurdaneses y con piloto de Cadaquës.
JERBA; jebeque tunecino aparejado con velas latinas y tripulado por árabes.
SPINA VELOCE; bergantín goleta que capitanea el mítico genovés Augusto Capuccini.
HALCON MALTES; goleta del Baltimore matriculada en Malta y dedicada a la seda, su capitán y armador Andreas Potrus vuelve al Mediterráneo desde Nueva York.
GRABE DE MARSEILLE; goleta de cuatro palos y casco de acero, buque insignia de la Compagnia Francaise d¨Autmer de Marsella.
El trajín de tripulaciones es febril, durante el día se dedican a la puesta a punto de aparejos y pertrechos y durante la noche, las largas reuniones alrededor de la hoguera, donde se entonan canciones marineras acompañadas de guitarras, ron y medicinales hierbas ibicencas.
24 de Mayo de 1.846, el gran día de la largada. Ha amanecido nublado y sopla una suave brisa de xaloc que se convertirá en moderada hacia el mediodía.
La orden de zarpar será dada mediante tres salvas de cañón, debiendo estar en ese momento todos los capitanes en la cantina del puerto y ser recogidos cada uno de ellos por su chalupa, estando los botes en el barco correspondiente, formándose así, una regata a remo de los barcos al puerto y del puerto a los barcos ya con el capitán a bordo.
Están virando anclas y largando trapo, son un espectáculo único el ver trece tripulaciones trabajando al límite, mientras unos encaramados en la jarcia van largando velas, otros en el chigre de proa van virando ancla al son de voces rítmicas dirigidas por el contramaestre.
El GRABE DE MARSEILLE, el favorito, el barco más admirado, está ya navegando, ha levantado el hierro y se ha dejado caer por las popas de toda la flota fondeada, navegando elegantemente al través con toda su mayor y foques izados, mientras sigue levantando trapo.
Cuando está a punto de superar al último barco, entre éste y el anterior, aparece el ISLA DEL AIRE de Mahón, por su través de barlovento y navegando en popa. No puede evitar la colisión y destroza el botalón y apunto está de caer el trinquete, debiendo volver a fondear para reparar el estropicio, le costará más de dos días, por lo que llegará a Garraf fuera del tiempo límite marcado por Onofre en cuatro días.
La goleta gabacha, al ser un barco mucho mayor y la colisión haberse producido en su aleta, no ha tenido más desperfectos que en la pintura y con casi todo su trapo arriba, arrumba al «Freu Gran» a un andar de más de seis nudos. Le sigue muy de cerca LA SANTA MADONNA LIBERATA de Napoli y el jebeque JERBA, que, al ser muy ligero, fino y maniobrable, tiene un andar mayor que el anterior, quien intenta evitar ser rebasado orzando, con la mala fortuna que al decidir el paso entre las islas de Gastravi y Espalmador, embarranca en el bajo «dels gorrinets» con graves desperfectos en el casco. El joven capitán Paolo Spinelli ve perdidas sus ilusiones y con desesperación contempla el macabro espectáculo, mientras el jebeque sigue raudo en demanda del «Freu Gran».
Es llegando a los «Freus» entre Ibiza y Formentera donde los patrones deben decidir cuál es el camino a seguir para superar la Isla de Ibiza y dirigirse lo más rápido posible a Garraf.
El camino del Norte, es en principio algo más corto, unas ocho millas menos, pero representa en estas condiciones, una ceñida hasta superar el islote de » Tagomago» al NE de Ibiza y alcanzar la mar libre en el canal de Mallorca. Esta es la derrota escogida por las goletas, aunque vemos también cruzar los «freus» al JERBA (vela latina) y con admiración al bergantín ARROGANTE, con velas cuadras muy cazadas, navegando de bolina cerrada, rumbo a «Tagomago».
En esta costa, seis millas al SSW de «Tagomago» y a una al E de la isla de «Santa Eulalia», se encuentra la llosa de «Santa Eulalia» laja de piedra a flor de agua.
La goleta mallorquina FINA DE SA CALOBRA, ciñendo a rabiar intenta superarla por barlovento, pero un golpe de mar la desplaza sobre la llosa rozándola y dañando el timón, debe fondear frente a la cala «Es Canar» perdiendo más de doce horas en sustituirlo y poder hacerse de nuevo a la mar.
Es en la llosa del «Figueral» donde se pierde la goleta menorquina Cala Pregonda, al pretender el paso del «Freu Tagomago», tratando de rebasar al bergantín ARROGANTE en un exceso de confianza y conocimiento de su capitán. Se pierde el barco y cargamento, hay heridos, pero no desaparecidos.
La derrota del sur, siendo más larga, es en estas condiciones mucho más cómoda para abandonar la isla de Ibiza y es la elegida por los bergantines goletas. La única incidencia a remarcar ha sido el roce con el bajo de «la Bota», a milla y media al norte del islote de «Esvedrá», de la amura de estribor de la SPINA VELOCE, en una violenta orzada defendiéndose de un ataque del ESPERANZA DEL MAR. Solventar la vía de agua producida, le cuesta a Capuccini, la perdida de seis largas horas a la capa de achique y calafateo.
El ESPERANZA DEL MAR, también sufre desperfectos ya que pierde el mastelerillo de trinquete y rifa varios foques en un golpe de mistral durante la noche cuando se adentraba en el Golfo de San Jorge. Fondea en Atmella de Mar y después de arduos trabajos vuelve a zarpar tras haber perdido un día y ocho horas.
Es en la playa de «Cunelles» donde está la finca de Onofre Xifré, quien ha organizado una comida campestre con más de 100 invitados, para ver el paso de los veleros y conocer así el resultado de las apuestas que han cruzado entre ellos desde el día de la salida. Este hecho que naturalmente es conocido por los participantes, es el que desencadena la tragedia del favorito el GRABE DE MARSEILLE quien yendo primero y con ocho horas de ventaja sobre su inmediato seguidor el HALCON MALTES, se acerca peligrosamente a tierra para dejarse admirar y tanto apura la bordada que acaba varado en un traicionero banco de arena y son las olas las que se encargan de subirlo a la playa. No hay heridos, pero sí una gran decepción.
Es la goleta HALCON MALTES la gran beneficiada y sin excesivas incidencias cruza la línea de arribada en El Garraf en un muy meritorio tiempo de un día y ocho horas después de haber salido de Formentera.
El jebeque JERBA sorprende a todos llegando dos horas después, es una embarcación ligera y ha navegado al límite. El bergantín ARROGANTE, es el tercero, ha hecho una muy buena derrota ya que, con cuarenta años sobre sus cuadernas, un treinta por ciento más de sal que el HALCÓN MALTÉS en sus bodegas y con su aparejo de velas cuadras, lo hacen un barco pesado y lento con respecto a sus competidores.
SPINA VELOCE, el primer barco que ha seguido la ruta sur, casi atrapa al bergantín, le han faltado las horas perdidas en «La Bota» y en el Golfo de San Jorge al rifar varios foques en el golpe de Mistral.
¡Precioso relato! y en cuanto a animarnos a hacer la Ruta de la Sal, a mi no me importaría nada!.